Tabaco para shisha

Información sobre el tabaco para shisha

El tabaco para shisha existe desde hace mucho tiempo y siempre ha evolucionado. Por esta razón, el tabaco para narguile viene en muchas formas y tipos diferentes. El tabaco para shisha comenzó con simples hojas de tabaco mezcladas con frutas y miel. Esta mezcla se fumaba entonces en una shisha tal como la conocemos, pero el carbón se colocaba directamente sobre el tabaco. El tabaco se quemaba y no se calentaba como lo conocemos hoy. Este tipo de fumada sigue presente en los países árabes tradicionales, pero es difícilmente comparable a la fumada de shisha tal y como la conocemos. El humo es más bien un cigarrillo dulce con algunos aromas frutales. Al cabo de unos cientos de años, se descubrió que la glicerina puede producir mucho vapor, pero la glicerina contiene demasiada agua para que el carbón se coloque directamente sobre el tabaco. Así surgió la ya conocida forma de fumar de la shisha/cachimba, en la que el tabaco se pone en la cabeza y sólo se calienta indirectamente.

Las distintas marcas de tabaco han desarrollado sus propios métodos y recetas para producir tabaco para shisha, por lo que el sabor del tabaco difiere de una marca a otra. Además, el tratamiento del tabaco suele ser un secreto de empresa muy bien guardado, ya que afecta al sabor y a la experiencia de fumar. Algunas marcas se centran más en un fuerte sabor a tabaco y un alto contenido de nicotina, mientras que otras quieren destacar los sabores afrutados del tabaco. Hoy en día, la mayoría de los tabacos para shisha se elaboran con aromas artificiales, ya que una fruta puede variar de una cosecha a otra, mientras que los aromas siempre dan prácticamente el mismo resultado. En los últimos años, ha habido una tendencia creciente a utilizar un tabaco básico más fuerte, en el que los sabores del tabaco acompañan la experiencia de fumar y tienen un mayor contenido de nicotina. Este tabaco para narguile suele llamarse Dark Blend, ya que se caracteriza por un color negro en contraste con el color claro habitual del tabaco. Aquí también hay diferencias en la proporción, el tipo de tabaco añadido y el tratamiento. Básicamente, sin embargo, puede decirse que una mezcla oscura tiene más contenido de nicotina que un tabaco claro, mientras que un tabaco claro tiende a acentuar los aromas frutales.